lunes, 21 de abril de 2008

El Saló del cómic, esa experiencia

Pues la verdad es que lo más destacable del Saló es lo que voy a contar ahora mismo. Desgraciadamente, de esa parte no hay fotos (imposible hacerlas, como veréis).

El caso es que anoche, después de estar cuatro días enteritos en el stand de Bang, en el de Glénat, y haciendo colas para editores, me puse a dormir. Merecidamente, pienso yo.

A eso de las cinco de la mañana, en medio de un sueño muy extraño, me he puesto a partirme el culo de risa. Sí, todavía dormido. Me estaba riendo tanto, que me he despertado. Como la cama daba botes acompasados a mi descojono, Rosa también se ha despertado, y he aprovechado para contarle el sueño, que era como sigue:

…mientras soñaba que desmontábamos el stand de Glénat, poníamos en una mesa para saldar al 50% del precio algunos de los tebeos que no queríamos llevarnos de vuelta a la editorial. Entre estos tebeos, había una especie de carátula de DVD de un tipo que enseñaba a hacer, con una técnica muy particular, la famosa llave Bob Block de lucha libre. Sí, esa llave no existe, ese señor tampoco, y el gilipollas que ponía el careto en la portada del DVD era yo.

Yo.
Coño.

En realidad, Félix (jefe de Rosa en Glénat) y Rosa se habían puesto de acuerdo para hacerme esa broma, a ver qué cara ponía. Pero yo, en el sueño, tardaba un montón en darme cuenta, y al final, me partía de risa. Claro, hasta que me he despertado, he despertado a Rosa, y casi despierto al de abajo, que menudo sueño más ligero que tiene.

A Rosa le ha gustado tanto el sueño que se lo ha contado a todo el mundo en la editorial. Parece que el año que viene van a editar de verdad esos DVDs de la llave Bob Block.

Rosa ya me ha hecho un diseño, que creo que ha aprobado hasta Navarro.
Os lo enseño.
Y rezad por mi.


domingo, 13 de abril de 2008

Yo, migona, tú, costrón

Hoy a la hora de comer hemos descubierto que existen dos tipos de personas: los migones y los costrones, según qué les guste del pan. A Nacho le encanta el currusco y la corteza bien dura, de esa de dos centímetros que se te clava con ganas en el paladar, y mira con recelo el pan de molde clásico cada vez que en el súper me cojo mi habitual sin corteza (menudo inventazo, gracias, Bimbo, aunque no todos lo sepan apreciar).
Para la convivencia nos suele ir muy bien que uno sea costrón y otra migona, porque nadie se pelea por el currusco, y todos tan panchos. Sin embargo, a veces algunos quieren darle una vuelta de rosca al tema y ya han empezado a argumentar sobre la superioridad moral de los costrones.
Propongo una encuesta: costrones Vs. migones

jueves, 3 de abril de 2008

Tres semanas: un resumen

La putada de la vida es que no te deja tiempo para escribir en la blog.

Así que en lugar de hacer tropecientas entradas con lo que nos ha pasado estas tres últimas semanas, voy a hacer un juego.
Voy a hacer breves explicaciones de algunos de los episodios, y a numerarlos.
Después, podré algunas fotos, desordenadas.
Hay que unir el texto con la foto del acontecimiento, para que coincidan.
Podéis participar en los comentarios (venga, animaos los tímidos).
En breve, subiré las soluciones.

a) Mark y yo estuvimos dos días solos paseando por Valencia, haciendo fotos de Fallas. Un señor de dudosa catadura moral nos ofreció drogas. Cuando le dijimos que no, gracias, me contestó: «Je, je, este de aquí, muchas Fallas no ha visto, ¿verdad?», refiriéndose a Mark.

b) calculamos que entre el lunes y el martes, nos hicimos unos 30 kilómetros. Valencia, en Fallas es un infierno. Los demás días bajamos el ritmo, pero no mucho. Coño, cómo se cansan los pies cuando haces turismo.

c) este año, las Fallas eran más modestas, pequeñas y feas que otros años. ¿La crisis inmobiliaria en forma de monumento fallero?

d) hacía tiempo que no veía una mascletá. Coño, qué ruido.

e) el miércoles llegaron Rosita, Peri y Ali a Valencia. Decidimos volver a recorrer con ellos toooodas las calles y Fallas que habíamos visto el lunes y el martes (sumen kilómetros). Bueno, esto es como el pueblo de los galos irreductibles: todas, menos una. Sí, la que ganó el primer premio (nos quedaba muy a desmano). Las protestas se acallaron bajo litros de vino.

f) Carlos y Rosa nos aguantaron muy bien. Hicimos varios días el número de plantarnos en su casa diciendo «¡Somos los Plómez, venimos a dormir!», o «¡Somos los Plómez, venimos a comer!», y eso que ellos sólo estuvieron el sábado y el domingo.

g) vimos la Cremá desde una falla que pedía el trasvase. Ji, ji, ji, por tocar los cojones. Como la cosa se alargaba, nos aburríamos un poco. Así que Rosa decidió animar la fiesta gritando «¡¡EXPOLIO, EXPOLIO!!» repetidas veces mientras un señor fallero se llevaba unos muñequitos como recuerdo para la Fallera mayor. Cuando Peri dijo que, además, era madrileña, casi tenemos que salir corriendo. Menos mal que en ese momento la prendieron, que si no, nos linchan. ¡Gracias por animarnos la vida, Rosita!

h) a día siguiente vinieron Rafaela y Ma José, por si éramos pocos. Claro, los Plómez nos fuimos a dormir a casa de Carlos y Rosa, desplazando tácticamente a Román de su cama. Qué cama más cómoda. Qué cuarto más chulo. Rosita decía que le hubiera gustado tener de pequeña un cuarto como ése. Yo le hice notar que hoy, de mayor, también le gustaría. ¡Queremos ser Román!

i) vimos una representación super cutre de un Cristo antes de resucitar. Los belenes de mi cole de pequeño estaban más conseguidos, pero no teníamos un señor muy beato y muy gordo animando a entrar y a hacer fotos.

j) Rosita se hizo una foto en la escultura más hortera que hayan contemplado ojos humanos (hubo debate; algunos decían que no era para tanto: ¡horteras!).

k) conseguir que la comida fuera comestible para todos fue tarea complicada. Había: un vegetariano, una que no come queso, uno que no come prácticamente ninguna verdura, uno que no come pimientos ni alcachofas, y Rosita, que come de todo.
He preparado un eslogan: ¡No nos inviten a comer, somos un coñazo!

l) indirecta para conseguir más trabajo.

Y ahora, las fotos.
Numeradas de arriba a abajo (de 01 a 12), claro. Hagan sus quinielas en los comentarios.

Actualización: vaaaale, lo reconozco, es un rollo esto de hacer la quiniela de equivalencias. La solución es:
a-05
b-07
c-10
d-04
e-08
f-09
g-06
h-01
i-02
j-11
k-12
l-03

Felipe, como único participante, se ha llevado el premio de consolación: un abrazo la próxima vez que te vea. ¡Hala!