Propuse la realización de la clásica paella valenciana, lo menos tergiversada posible. En este caso no llevó ni alcachofas, ni garrofones, ni caracoles (por no poder encontrarlos, o por ser descartados debido a su sabor no comprendido).
Por lo demás, habría ganado un tercer o cuarto puesto en un concurso serio de paellas valencianas (que-lo-se-pá-is).
Véanse las instantáneas comentadas para hacerse una idea.
¡Ñam!
(Voy a ver qué hay en la nevera para cenar hoy…)





2 comentarios:
Buena pinta, imagino que mejor sabor.
Fin modo telegrama.
Un saludo
Felipe,
recuerda que también tú tienes derecho a solicitar una paella casanova a domicilio. Pero claro, te arriesgas a que Rosa te haga un post sobre tu casa…
Je, je.
Slurps!
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