Ayer fuimos a cenar a casa de Peri y Ali (no tocamos NI UNA de las botellas de naranjada de Ali). Estábamos unos cuantos, y corría el vino (excusas, lo sé).
El caso es que ando un poco zombi todo el día, y me he despertao de golpe al ir a comprar patatas a la verdulería china del barrio. Allí había un detalle decorativo nuevo: una foto de la dependienta con Woody Allen (supongo que de cuando estuvo rodando en Barcelona).
Le he hecho una foto a la foto, pero dado mi estado de hoy, no esperéis que me curre un texto gracioso, jolín. Así ya va bien. Y aún tengo pendiente subir lo del campeonato de patatas bravas. Otro día será.
¡Nos vamos a nadar y luego a la sauna!
2 comentarios:
¿Tenemos? ¿En plural? Habla por ti, monada, que yo a las 9 estaba en la comisaría más fresca que una rosa. Que hay que saber beber con moderación y sin ansiedad. Y llenarse bien el buche con esas viandas con las que nos agasajaron nuestros anfitriones.
Nacho, estás mayor!!
Un saludo
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