miércoles, 16 de enero de 2008

Un señor de Cornellá

El viernes pasado vino a tocar La Pulquería por aquí cerca: a Cornellá de Llobregat.
Como Gerardo nos puso en la lista de invitados y somos muy pesados, nos llevamos obligaos a Peri y a Ali al concierto.
La sala estaba medio vacía (y eso que Gerardo nos dijo que se lo esperaba peor; se ve que en Cataluña no son muy pulqueros).

En fin, les hice esta foto durante el concierto, que ya se acababa.
Pilar, Creu, Ester, me estaba esperando a que se quitaran las camisetas, pero hasta los bises no lo hicieron. Y ya me daba pereza volver a sacar el móvil. Mientras tanto, una mano que yo creía que era de Rosa me estaba tocando la cintura (a la altura de la lorza que ya no tengo), y cuando me giré vi que no era ella: era un señor de Cornellá (o al menos, allí estaba en ese momento).

Cuando él se dio cuenta de que yo no era quien él creía que estaba tocando, nos separamos de un bote, los dos hicimos como si nada y no volvimos a mirarnos a la cara, no fuera que nuestra heterosexualidad recalcitrante se fuera al garete.

Fue bonito mientras duró.

6 comentarios:

FHNavarro dijo...

A mi tb me tocaron una vez en el metro, aunque creo que aquel señor, que no me tocó la lorza precisamente, sí sabía lo que hacía. Un momento un pelín tenso, hace ya, muchos, muchos años.

Un saludo

santisan dijo...

En esta foto, sin cuello Gerardo parece el camarero contrahecho del negrito q detrás de la barra parece un tiarrón pero cuando sale a la terraza tiene cuerpo de hobbit.

lavacanacho dijo...

Felipe, esa historia queda anotada y pendiente. No te hagas el longuis y desembucha.

¡¡Ji, ji, Santi, qué cabrón!!

Slurps!

FHNavarro dijo...

Ya te contaré la próxima vez que nos veamos, delante de un café o de mi abogado ;), pero la verdad, es que poco más queda por añadir a lo dicho. Pero tranquilo, que te daré todos los detalles que rodeaban a la "pintoresca" situación.

Un saludo

Anónimo dijo...

Los frotamientos furtivos en lugares donde la chusma se arrejunta para dar rienda suelta a su concupiscencia es algo que usted debe rechazar. Evite las tentaciones. Encierrese en casa y barra. Es lo mejor. Lo más sensato. Una vez más: Purifiquese

FHNavarro dijo...

Doctor, tomo nota de sus palabras dirigidas a Nacho y las utilizaré la próxima vez que un madurito intente tocar lo que no debe. Quede claro, que espero no tener que usarlas jamás.

Un saludo