Si por un casual andas interesado en conocer cómo me encuentro o por dónde paro, es que entre tú y yo hay un nexo genético o amistoso.
Por lo tanto: recibe un besazo.
martes, 11 de septiembre de 2007
Las tres menos veinte
Cuando abro los ojos por la mañana, siempre veo a Buster Keaton colgando del reloj éste. Mola, ¿vale? Pero me ha creado un pequeño problema. Desde entonces, para mi siempre son las tres menos veinte.
Pues a mí me gusta, porque si te despiertas en mitad la noche da mucha alegría ver que aún queda mucho para que suene el despertador... Por eso sólo miro la hora ahí, la que me da Buster, "la bayeta humana"...
6 comentarios:
Pues a mí me gusta, porque si te despiertas en mitad la noche da mucha alegría ver que aún queda mucho para que suene el despertador... Por eso sólo miro la hora ahí, la que me da Buster, "la bayeta humana"...
Pues mola... Lo mires por donde lo mires, con esa hora siempre tienes todo el día por delante.
Un saludo
Muy bien visto, Felipe…
pues mira un reloj de verdad jalipollas!!!!
Catetos, es Harold Lloyd.
Carlos.
¡Es verdad! "La hora de Harold Lloyd" cómo molaba. Ya nos vale equivocarnos de acróbata, ¡o de genio!
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