Dándose cuenta del tremendo error que ello representaba, la princesa Martí me consiguió el mejor llavero que he tenido hasta el día de hoy: ¡una muñeca hinchable de peluche!
No quise saber de dónde la había sacado, igual que esa misteriosa caja con tenazas, porra, gorra de plato de pasma, y tremendos diccionarios aplastapiés.
Está buenorra, ¿eh?
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4 comentarios:
Parece cariñosa y suavita ;)
Un saludo y a disfrutar!!
Nacho, te has olvidado de mencionar las esposas, con lo que a ti te va ese rollito.
Sí que está buena, sí. Sobre todo por detrás...
me recuerda me recuerda a ...
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